Motivación para iniciar o mejorar un negocio
Se necesita caminar para caminar.
Imagínate si aprendiésemos caligrafía solo por teléfono, sin ver nunca las letras del abecedario, sin escribir nunca, solo con descripciones. Nuestro profesor de disco describía la letra “a” con gran detalle, y luego todas las demás letras del alfabeto. Al final de todo este semestre, y con una factura de teléfono enorme, imagínate que nos pidieran hacer un examen escrito, escribiendo todas las letras del alfabeto. Seria imposible.
No hay suficiente teoría cuando se trata de iniciar un negocio. Dos aspirantes a empresarios, donde uno leyó solo un libro antes de comenzar su empresa, y el otro tomó un curso completo en administración de empresas, son igualmente admisibles. Lo cierto es que ambos necesitan práctica. Ambos cometerán los mismos errores graves, a pesar de que uno de ellos estudió en detalle todos los errores posibles antes de cometerlos de todos modos.
Esto se debe a que reaccionamos mejor a las heridas y las cicatrices que dejan, y no existe la noción de una posible herida, un posible dolor o una posible cicatriz. La diferencia entre un niño que solo ha sido amenazado con una nalgada durante toda su infancia y un niño que ha sido azotado, es que es poco probable que el que ha sido azotado cometa un error digno de una gran nalgada.
Hay una gran diferencia entre saber lo importante que es el marketing para su tienda y sentarse allí todos los días sin conseguir un solo cliente y sentirse obligado a hacer marketing a toda costa. La herida de la falta de clientes y el riesgo de muerte de nuestro negocio, es el mejor maestro de marketing que existe. Cualquier otro maestro solo reforzará las enseñanzas de este gran maestro, que es la práctica, que es el mundo real.
Estudia con la práctica y perfecciona tus conocimientos con la teoría. Para inscribirse en la escuela de prácticas, para iniciar su carrera empresarial, abra su empresa. Es tan simple como eso. No es en sí mismo una cuestión de motivación. La necesidad de motivación para hacer las cosas apesta. No ha existido durante el último 99,9999% de la existencia de la humanidad. La necesidad de motivación comenzó en la década de 1950, con la llegada de esta era moderna y consumista. No es que necesitemos motivación, es que tenemos demasiada dopamina alojada en nuestro cerebro. Tenemos mucho placer y mucha distracción a nuestra disposición. Hacer cualquier cosa que no provoque un placer inmediato, o que no dé un retorno instantáneo, es un gran esfuerzo. Un esfuerzo que el cerebro ve innecesario porque ya estamos satisfechos. Tal vez por eso todos esos gurús de la motivación nos dicen que nos quedemos con hambre.
Despreciar el placer. Despreciad las cosas que os hacen bien. Si quieres abrir una empresa, ábrela. Así es como emprendes la creación de una empresa. Si quiere tener éxito con su negocio, no deje de estudiar teorías y estudios de casos mientras dirige su negocio. Utilice los resultados que otros han probado.
Stélio Inácio
La Experiencia Emprendedora
Dia 2
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